El graffiti es a la ciudad, lo que el tatuaje es a la piel: Una marca que le da sentido a la superficie o una señal de la experiencia vivida. El graffiti nace en las ciudades como una manifestación de los habitantes que se expresan salvajemente buscando su identidad. Es una personalización de los espacios públicos, para convertirlos en historias humanas en vez de lugares anónimos. Es tanto una relación íntima entre el ciudadano y la ciudad como un golpe de repuesta a la urbe que lo tiene cautivo. Es también el acto de transformar los espacios cotidianos, rutinarios, en lugares extraordinarios que contienen un mensaje. El graffiti, es la inmensa voz del joven urbano.
Willem Speerstra es un pionero en entender el graffiti como arte y no sólo como un acto de vandalismo. Su galería Speerstra dedicada al arte graffiti tuvo sede en París del 2001 al 2007, y en Bursins – Suiza actualmente, brindando a la escena artística un espacio para abrirse a otras formas y conceptos. A través de este lugar de reconocimiento y reflexión, Willem es un gestor y promotor del arte Graffiti y de sus principales representantes de la escena nuyorkina y europea.
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